Tú cargas tu herida. Con el ego todo tu ser es una herida. Y tú la llevas contigo. Nadie tiene interés en hacerte daño. Nadie está interesado en herirte intencionalmente; todo el mundo está ocupado en salvaguardar sus propias heridas. ¿Quién tiene pues la energía para hacerlo? Pero aun así sucede, porque estás tan dispuesto a que se te hiera, tan dispuesto, solamente esperando, deseoso que suceda, cualquier cosa…