En el momento que empiezas a ver la vida como algo que no es serio, como un juego, todas las cargas sobre tu corazón desaparecen. Todo el miedo a la muerte, a la vida, al amor: todo desaparece. Uno empieza a vivir con un peso muy ligero o casi sin peso. Tan ligero se vuelve uno que puede volar al cielo abierto. La contribución más grande del Zen consiste en dar una alternativa al hombre serio. El hombre serio ha hecho el mundo, el hombre serio ha creado todas las religiones. Ha creado todas las filosofías, todas las culturas, todas las moralidades. Todo lo que existe alrededor tuyo es una creación del hombre serio. El Zen ha abandonado el mundo serio. Ha creado un mundo propio que es muy divertido, lleno de risa, en donde incluso los grandes maestros se comportan como niños.