jueves, 12 de abril de 2012

Snorri Sturluson / La alucinación de Gylfi

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Entonces dijo Gangleri: 
« ¿Qué se sabe del Crespúsculo de los Dioses? 
Nunca he oído hablar de eso.» 
Hár contestó: 
«Grandes y muchas cosas pueden decirse. La primera es ésta: Vendrá aquel invierno que se llama el Terrible Invierno. Nevará desde todos los rum­bos. Grande será la escarcha y fuertes los vien­tos, no habrá virtud alguna en el sol. Tres invier­nos se sucederán y no habrá estío entre ellos. An­tes habrá otros tres inviernos y en toda la tierra habrá grandes batallas. En aquel tiempo el her­mano, movido por la codicia, dará muerte al her­mano y los nombres de padre y de hijo se olvi­darán en la matanza y en el incesto. Así se dice en la Voluspá: 

Los hermanos batallarán y se darán muerte. Los hermanos pecarán juntos. Malos días entre los hombres,mucha ramería. Tiempo de hachas, tiempo de espadas. Se hendirán las adargas. Tiempo de tempestades, tiempo de lobos, antes que el mundo se derrumbe.


Ocurrirán entonces grandes cosas: el Lobo devo­rará el sol y esto será un gran mal para los hom­bres. El otro Lobo devorará la luna y esto aca­rreará grandes males. No quedarán estrellas en el cielo. Se cumplirán también estas nuevas: toda la tierra temblará y los peñascos, de tal manera que los árboles se desarraigarán de la tierra y cae­rán los peñascos, y se romperán todas las atadu­ras y cadenas. Se soltará de sus cadenas el lobo Fenris. El mar inundará la tierra porque la Ser­piente que Rodea la Tierra agitará el mar y avan­zará con furia de gigante sobre la tierra. También la nave Naglfar se hará a la mar. (La nave que lleva ese nombre está hecha con uñas de los muertos. Por eso conviene advertir que si alguien mue­re y no le cortan las unas, ese hombre agrega ma­terial para la construcción de Nagflar, que los hombres y los dioses quieren demorar.) Sobre esa alta marea Nagflar navegará. El gigante que con­duce la nave se llama Hrymir. El lobo Fenris avanzará con las fauces abiertas y su quijada infe­rior tocará la tierra y la de arriba el cielo. La abriría aún más si hubiera lugar. Echará fuego por los ojos y por las narices. La Serpiente que Rodea la Tierra exhalará veneno que infestará toda la tierra y toda el agua, y será terrible y estará a un lado del lobo. En ese fragor el cielo se partirá y los hijos de Múspell cabalgarán hacia ahí. Surtr será primero y delante de él y detrás de él habrá un fuego ardiente. Su espada es fuerte. La hoja es más brillante que el sol. Cuando cabalguen sobre Bifrost el puente se romperá, como ya se ha dicho. Los hijos de Múspell llegarán all campo llamado Vígríthr. Ahí llegarán también el Lobo Fenris y la Serpiente que Rodea la Tierra. También llegarán ahí Loki y Hrymr y con él todos los Gigantes de la Escarcha. Todos los guerreros de Hel seguirán a Loki y los hijos de Múspell tendrán una tropa con ellos, que será muy brillante. El campo Vígríthr tiene una anchura de cien leguas por cada lado. Cuando se cumpla estos hechos, Heimdallr se pondrá de pie y hará resonar a Gjallarhorn y despertarán acodos los dioses y se reunirán en consejo. Odín cabalgará al pozo de Mímir y tomará consejo de Mímir sobre él y su ejército. El fresno Yggdrasill temblará y nada habrá que no tenga miedo en el cielo o en la tierra. Los Aesir y todos los guerreros se pondrán la armadura y avanzarán hacia el campo. Pri­mero cabalga Odín con un yelmo de oro y una hermosa armadura y la lanza llamada Gungnir. Avanzará contra el lobo Fenris y Thórr está con él a su lado, pero de nada puede servirle porque sus manos estarán atareadas en la lucha con la Serpiente. Freyr combatirá con Surtr y encarni­zada será la lucha entre los dos, antes que caiga Freyr. La causa de su muerte será que le falta la espada que le dio a Skírnir. Soltarán entonces al perro Garmr que está atado ante la cueva Gnípa. Es el más grande de los monstruos. Combatirá con Tyr y cada uno matará al otro. Thórr dará muerte a la Serpiente y dará nueve pasos desde aquel punto. Caerá muerto después por obra del veneno que sobre él vertió la Serpiente. El Lobo devorará a Odín, éste será su fin. En seguida, Vitharr avanzará y pondrá el pie en la quijada del Lobo. En ese pie tiene el zapato que está he­cho con materiales recogidos a lo largo del tiem­po. (Fue fabricado con las tiras de cuero que los hombres cortan de sus zapatos en la punta o en el talón. Así, todo el que quiera socorrer a los dioses debe cortar esas tiras.) Con una mano to­mará la quijada superior del Lobo, y le romperá el paladar y ésta será la muerte del Lobo. Loki batallará con Heimdallr y cada uno matará al otro. En seguida Surtr arrojará fuego sobre el suelo y quemará todo el mundo. Así se dice en la Voluspá: 

Heimdattr sopla con fuerza. Alta está la trompeta. Odín consulta la cabeza dé Mímir. Tiembla el sa­grado fresno Yggdrasill. El viejo árbol se queja cuando se suelta Loki. ¿Qué pasa con los Aesir, qué con los Elfos? Jotunheimr cruje. Los Aesir deliberan. Los enanos se lamentan delante de sus puertas de piedra, sabios moradores de los pe­ñascos. ¿Entendéis lo que digo? Hrymr navega desde el este. El mar se desborda. La Serpiente que Rodea la Tierra se retuerce con ira de gi­gante. La Serpiente golpea las olas. El águila grita. Naglfar ha roto las amarras. Desde el na­ciente viene la quilla. La gente de Múspell llega sobre las olas del mar. En la proa está Loki. Lle­gan los hechiceros con el lobo, y con ellos el her­mano de Byleistr. Surtr navega desde el sur con llamas que devoran. En su espada brilla el sol de los dioses de la guerra. Caen los peñascos. Los gigantes tambalean. Los héroes se encaminan ha­cia Hel. El cielo ha sido hendido. De nuevo se entristece la diosa cuando Odín sale a combatir con el lobo y el matador de Beli, el dios que res­plandece, con Surtr. Ahí sucumbirá el marido de Frigg. El hijo de Odín también se apresta a com­batir con el lobo. Vitharr se apresura hacia la fiera; mete la mano en su garganta y hunde su espada hasta su corazón. Su padre ha sido ven­gado. Avanza ahora el glorioso hijo de Hlóthyn”. No huye de la serpiente, aterrado. Toda la prole de la tierra debe dejarla vacía, cuando la Serpiente que Rodea la Tierra pelea furiosa. El sol se apagará, la tierra se hundirá en el mar, cae­rán del cielo las estrellas que brillan. La huma­reda crepitará y con ella el fuego que enrojece. El alto ardor alcanzará el cielo. 

Aquí también se dice: 

Vígríthr es el nombre de la llanura en la que bata­llarán Surtr y los Aesir. Cien millas tiene en cada lado. Para ellos ha sido prefijado ese campo.»