sábado, 9 de junio de 2012

LAO TSE / WEN-TZU

Versión de Thomas Cleary

La manera de ser y actuar de las personas desarrolladas es cultivar el cuerpo mediante la calma y nutrir la vida mediante la frugalidad... Dirigir el cuerpo y nutrir la esencia, dormir y descansar con moderación, comer y beber de manera apropiada; armonizar las emociones, simplificar las actividades. Quienes están atentos internamente al ser alcanzan todo esto y están inmunes a las energías perversas. 

Quienes decoran su exterior se dañan a sí mismos internamente. Quienes alimentan sus sentimientos hieren su espíritu. Quienes muestran su embellecimiento ocultan su realidad. Quienes nunca olvidan ser agudos, ni siquiera por un segundo, sobrecargan inevitablemente su naturaleza esencial. Quienes nunca olvidan adoptar apariencias, ni siquiera durante un paseo de cien pasos, inevitablemente sobrecargan sus cuerpos físicos. 

Por ello, la belleza de las plumas daña el esqueleto, el follaje profuso de las ramas hiere las raíces. Ningún ser del mundo puede llegar al máximo grado de perfección en ambas cosas. 

La ley no desciende del cielo, ni emerge de la tierra; se inventa a través de la autorreflexión humana y de la autocorrección. Si llegas realmente a la raíz, no quedarás confundido en las ramas; si sabes lo que es esencial, no estarás aturdido por las dudas. 

Por ello, cuando los dirigentes humanos determinan las leyes, deben aplicárselas primero a ellos mismos para probarlas y comprobarlas. Así, si una norma funciona sobre los mismos gobernantes, entonces puede ser impuesta al vulgo. 

Los gobiernos de la sociedad de los últimos días no han acumulado las necesidades de la vida; han diluido la pureza del mundo, destruido su simplicidad, y hecho que el pueblo esté confuso y hambriento, convirtiendo la claridad en oscuridad. La vida es pasajera, y todo el mundo se esfuerza alocadamente. La honradez y la confianza han desaparecido, las personas han perdido su naturaleza esencial; la ley y la justicia están reñidas...