Este problema de vernos desde afuera y preocuparnos sobre cómo nos ven los demás ha estado rondando largo tiempo. Chuang Tzu lo describe como "la necesidad de ganar". Dice (siguiendo la traducción de Thomas Merton):
Cuando un arquero dispara por nada
Tiene toda su habilidad.
Si dispara por una hebilla de bronce
Ya está nervioso.
Si dispara por un premio de oro
Se vuelve ciego
O ve dos objetivos –
¡Está fuera de su mente!
Su habilidad no ha cambiado. Pero el premio
Le divide. Se preocupa.
Piensa más en ganar
Que en disparar –
Y la necesidad de ganar
Le resta poder.
No importa qué tarea tengamos que realizar, mientras pongamos nuestra atención en el exterior, en la mente de los demás en vez de mantener nuestra atención donde debería estar, segura en nuestro interior, en nuestra Mente Búdica, sufriremos ansiedad y haremos confusión de las cosas. Todo lo que hace falta para solventar el problema es una concentración feroz, un truco de postura, y las palabras mágicas repetidas como un mantra. "Por amor de Dios, abre la puerta."