El dormir de ignorancia, al cual llamamos "sueño profundo", es una gran oscuridad. Se siente como una oscuridad de mil años, pero es aún más antigua: es la esencia de la ignorancia, la raíz de samsara. No importa cuántas noches durmamos, sea durante 30 o 60 años, no podemos dejar de dormir. Regresamos una y otra vez, como si eso nos recargara, y en realidad, lo hace. La ignorancia es lo que sostiene el samsara y cuando nosotros, corno seres samsáricos, nos disolvemos en el dormir de la ignorancia, nuestras vidas samsáricas son alimentadas. Despertamos más fuertes, nuestra existencia samsárica se ha refrescado. Esto es lo que se denomina la "gran ignorancia", porque es inconmensurable.
La vivencia del dormir de ignorancia es como un vacío o un hueco en el cual no hay sensación del yo ni conciencia. Pensemos en un día largo y agotador, en un clima lluvioso, una cena pesada y en el sueño que resulta de todo ello, en el cual no hay claridad ni sentido del yo. Desaparecemos. La mente somnolienta que nos jala hacia esa disolución en la inconsciencia es la ignorancia manifestándose en la mente.
La ignorancia innata es la causa principal del dormir; las condiciones y causas secundarias que se requieren para su manifestación están vinculadas con el cuerpo y con la fatiga corporal.
Tenzin Wangyal Rinpoche-The Tibetan Yogas Of Dream And Sleep